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viernes, 13 de agosto de 2010

UTILIZACION DEL COLOR CON FINES TERAPÉUTICOS EN HOSPITALES Y CENTROS DE SALUD.







El blanco ha sido y es el color tradicional de la Sanidad,por considerarlo el exponente perfecto de la higiene, sin embargo, el hospital o la clínica moderna ha comenzado a introducir colores que ejerzan sobre el paciente una acción terapéutica y un confort visual.

El color es el medio para crear, tanto en enfermos y visitantes como en el personal sanitario, un efecto psicológico y relajante. No todos los colores tienen las mismas cualidades ni utilidad y, en su selección, debe intervenir la función que habrá de desempeñar en un sector determinado: unas veces actuando de forma estimulante y alegre y otras de calmante y sosegado.

Las salas de espera pueden ser tratadas con variedad de colorido, aunque sin excesos Las paredes pueden ser pintadas con colores diferentes pero que sean armónicos: gris o verde azulado claro. Si se desea romper la impresión de monotonía, se puede contrastar el verde o azul suave con cortinas o muebles en color crema o melocotón.

Los pasillos y escaleras algo oscuros tienen que pintarse con colores claros y luminosos: crema, melocotón pálido, et., para que reflejen la luz y la iluminación se intensifique.

Las habitaciones de los pacientes llevarán matices suaves y agrisados: marfil, crema, rosa, que proporcionan un ambiente suave y confortable y también verdes y azules que ayudan a calmar el nerviosismo y la angustia. De manera general, los tonos cálidos son adecuados para las habitaciones con poco sol y los fríos para las soleadas. Los primeros convienen a convalecientes o enfermos de paso y los segundos para enfermos crónicos o de larga estancia.

Los techos no deben ser blancos porque resultarán deprimentes para los enfermos que han de estar muchas horas contemplándolos sino del mismo color que la pared, aunque en tonalidad más clara.

Los quirófanos no serán pintados en blanco ni revestidos de azulejos que brillen y deslumbren. Actualmente, tanto las paredes y superficies como la indumentaria de médicos y personal auxiliar es de color verde claro porque es el complementario del color rojo de la sangre y descansa la vista del cirujano y sus colaboradores cuando apartan la mirada del área de trabajo.

Las consultas dedicadas a fisioterapia, masajes y radioterapia, deberán ser pintadas con colores fríos pero las de terapia de huesos y ortopedia requerirán colores estimulantes.

Las salas de pediatría se deben complementar con dibujos atractivos en colores brillantes y alegres que decorarán las paredes y los techos para recrear la imaginación de los niños y distraerles en su forzada pasividad.

Las oficinas, laboratorios y cocinas llevarán el color adecuado a la luz que recibán: marfin o rosa claro para las de iluminación natural intensa y verde-gris para las de luz débil. En las habitaciones del personal femenino rigen los principios de la decoración de interiores: en ellas puede predominar el gusto personal.

Las cornisas, frisos y zócalos de las paredes forman parte de éstas y deben decorarse con colores que armonicen entre sí. Los muebles, mesas, radiadores, etc., serán en colores armónicos. El color habrá de ser usado siempre con conocimiento de su función terapéutica para favorecer la recuperación de los pacientes y para facilitar las tareas del personal.

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